Cuando uno tiene
la mala costumbre de devorar cada libro que cae en sus manos, a veces se cree
que tiene el derecho de opinar e incluso criticar. Es lo que me pasa a mí, lo
admito. Por eso no puedo evitar escribir de vez en cuando reseñas, críticas o
simplemente copiar mis pasajes favoritos. O, como en este caso, una lista
de los que he leído este año y que, por un motivo u otro, han dejado huella en
mí y que, sin duda, recomendaría. Tal vez me detenga más adelante con algún
libro en concreto, pero esto está bien para empezar. Espero que te guste.
10.-Diez negritos, Agatha Christie: una historia brutal, una situación escalofriante y un
desarrollo que apenas da pistas para descubrir quién es el causante de todo.
Por lo menos yo no supe quién era hasta que lo desveló el libro. En fin, un
clásico que merece la pena leer. Y lo mejor de todo, especialmente para un
traductor que se precie, la canción que sirve de hilo conductor de la historia.
Hasta en español se intuyen las rimas en inglés, es genial.
9.-El salón de ámbar, Matilde Asensi: una decente historia de aventuras, muy en la línea de
Matilde Asensi, pero con un ritmo más rápido y una lectura tal vez un poco más
amena (y más corta) que el resto de sus libros. No marcará un antes y un después
en tu vida, pero está bien para pasar el rato.
8.- El perro de los Baskerville, sir Arthur Conan
Doyle: Sherlock Holmes es un
personaje que, tarde o temprano, tenía que aparecer en uno de mis top ten. Y
aquí está, gracias al libro más famoso de Sir Arthur Connan Doyle y a una
historia razonablemente buena. Inciso: es mejor leerlo antes que El curioso incidente del perro a medianoche,
porque te lo destripa. Aunque merece la pena en cualquier caso.
7.-Donde el corazón te lleve, Susanna Tamaro: entrañable y sobrecogedor. No puedo evitar sentir
ternura por la gente mayor, y más cuando hablan (o, más bien, escriben) con la
humildad con que lo hace la protagonista de este libro. También hay una película
(rodada por otra escritora con la que he tenido que lidiar, Cristina
Comencini), pero no creo que valga ni la cuarta parte que el libro. No porque
cuestione su valía como directora, sino porque es una historia para leer, para
que te la cuenten en primera persona. No para verla. Eso sí, tengo clavada la
espinita de no haberlo leído en italiano…
6.-La estrategia del agua, Lorenzo Silva: me encanta su forma de escribir, y Rubén Bevilacqua y
Virginia Chamorro (protagonistas de éste y de otros libros firmados por él) son
fáciles de hacerse querer. Un desarrollo tal vez no a la altura del mejor
Lorenzo Silva, pero el estilo se mantiene intacto. Top ten para él, aunque no
me gustaría ser yo el que lo tradujera.
5.-Corsarios de Levante, Arturo Pérez-Reverte: otro viejo conocido. Mi querido e idolatrado Reverte
nos regala un nuevo número del Capitán Alatriste y yo sin haberme leído el
anterior. Traducido (deformación profesional, lo siento) quiere decir que
cuando salió el séptimo aún no había leído el sexto, que es éste. Un gran
fallo, pues es tan bueno como cualquiera de los otros y tiene pasajes
simplemente espectaculares. Pero él me sigue gustando más como periodista.
4.-Canción de hielo y fuego: Juego de tronos, George
R. R. Martin: una historia fantástica
(en todos los sentidos) y, además, razonablemente original. Es el primero de
una larga serie, que estoy deseando leer entera (si puede ser, alguno en
versión original), y sólo espero que los siguientes sean igual de buenos.
3.-Los juegos del hambre, Suzanne Collins: vale, sólo leí el libro para poder ver la peli. ¿Y
qué? Es un motivo como otro cualquiera, y el hecho de que no tardara ni un día
en terminarlo dice mucho de lo que es capaz de enganchar. De la película, ya
opinaré cuando la vea. Sólo un punto negativo: te absorbe tanto que, si lo
devoras como yo, te sabe a poco.
2.-Cometas en el cielo, Khaled Hosseini: no recuerdo qué me llevó a leer una historia que se
desarrolla en Afganistán, lo que está claro es que no me arrepiento en absoluto
de haberlo hecho. Sobrecogedor, entrañable y capaz de abrirte los ojos en
muchos sentidos, tal vez se hace un poco largo. Aún así es lo suficientemente
espectacular como para merecer el segundo puesto.
1.-No me iré sin decirte dónde voy, Laurent Gounelle: el título del libro parece evocar historias de novela
romántica y amor para toda la vida, y no puedo evitar pensar que el nombre del
autor se parece demasiado a l’orang-outan (el orangután), pero que eso no te
engañe. Se trata de una historia excepcional, con una trama dinámica y
sorprendente y un final inesperado pero que está a la altura del resto del
libro. Number one merecidísimo.