Queridos lectores (soy lo
suficientemente optimista como para pensar en plural), creo que ha llegado el
momento de anunciar algo. Después de haber narrado algunos de los capítulos más
relevantes de la carrera de Traducción e Interpretación (ver aquí, aquí, aquí, aquí, aquí y... aquí) y de haberme lamentado públicamente del vacío al que uno se ve lanzado una vez termina la
universidad, tengo que hacer una declaración: desde agosto trabajo como gestor
de proyectos en una agencia de traducción.
Pues sí, tuve la suerte
de encontrar un trabajo en este reducido nicho apenas un par de semanas después
de tener el título bajo el brazo (en algún momento explicaré cómo fue la
búsqueda). Ahora empiezo a dominar mis diferentes labores y creo que ha llegado
el momento de hablar al respecto, porque además habrá personas a quienes les puede
resultar de utilidad saber algunos de los entresijos de este tipo de puesto.
Como buen optimista que
soy, empezaré por lo bueno: tengo un horario (y un sueldo) fijo, estoy en
contacto con traductores, revisores y clientes, uso todos mis idiomas de
trabajo (y algún otro, llegado el caso) y adquiero experiencia de cara al
futuro. Además, he aprendido desde la comodidad de mi silla cómo funciona el
mundo del traductor autónomo y he diversificado mis campos de especialidad, que
ahora incluyen el uso de programas de gestión o el trato con los ya mencionados
traductores o clientes.
Por otro lado, también
hay aspectos negativos: el horario de oficina apenas deja tiempo para nada más,
el trabajo de gestión a veces resulta un poco tedioso y la traducción se ve
relegada a un segundo plano… Por no hablar de la interpretación.
Evidentemente, todo
trabajo tiene aspectos positivos y negativos, y somos nosotros quienes debemos
valorar si una cosa compensa la otra. Por eso he querido exponer aquí,
brevemente, las ventajas y los inconvenientes más evidentes del trabajo como
gestor de proyectos en una agencia, con la esperanza de que a alguien le sirvan
de algo. Y más adelante explicaré cómo acabé ahí y por qué…