lunes, 27 de agosto de 2012

The lost symbol, by Dan Brown... O, mejor dicho, El símbol perdut


Tengo la fea costumbre de copiar párrafos que me gustan especialmente. Hace poco, me topé con éste en concreto y no pude evitar divagar al respecto. Bueno, más o menos... Es como una carta abierta a Dan Brown (o lo sería si estuviera a su altura). Dejémoslo en "ida de olla" y en el uso de la segunda persona del singular porque yo soy así. Y, como leí el libro en catalán, cambio de coletilla y te digo que 'Espero que t'agradi'

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“Els avenços de cada generació resulten ser falsos segons la tecnología de la genreació següent”. I així havien anat les coses al llarg del temps. Com més aprenia l’home, més s’adonava que no sabia.

Ay, Dannie, Dannie… Después de haber leído todos tus libros (bueno, los que conozco, no sé si habrás sacado algún otro sin que me haya dado cuenta) ya me puedo permitir ponerte motes y “criticarte” de tú a tú. No te preocupes, seré bueno.
Siempre me he referido a ti como “mi idolatrado y aborrecido Dan Brown” y es que te tengo que confesar que tengo contigo una relación de amor-odio. Sí, como lo oyes. El código da Vinci es una gran obra, y todo su éxito es totalmente merecido bajo mi humilde opinión. En otros muchos de tus libros aportas joyas como la frase que ha abierto esta entrada, y además sueles plantear temas que hacen pensar. Profundizas mucho en cada uno de ellos y das a conocer al gran público datos nuevos sobre todo tipo de cosas. Supongo que ahora cualquier lector medio está pensando en El código da Vinci y en el colapso que pudo suponer para toda la cristiandad, pero yo no hablo de eso. Me refiero a tus investigaciones sobre noética, la NASA, el Vaticano… Las considero irreprochables.
Sin embargo, no acaba de convencerme el desarrollo de tus novelas. No sólo tiendes a hacer que resulte poco creíble, sino que llegas a rozar lo cansino. A veces la clave de un buen libro está en la sencillez. No por ser más enrevesado va a ser mejor, y ése es un error que has cometido en todas y cada una de tus obras. Repito, desde mi humilde opinión.
En fin, ya sabes que soy un buen chico y que mis “críticas” no sirven para nada, así que me despido felicitándote por tu éxito y por todas las creaciones que han hecho que sea merecido. También te recuerdo que he leído cada uno de tus libros y que seguiré haciéndolo… Una de cal y una de arena, como nuestra relación de amor-odio. Un saludo de un fan que te aborrece y un abrazo de un admirador que te idolatra.

domingo, 26 de agosto de 2012

Artículo de opinión: el libro electrónico

En lo que acabo de escribir un montón de entradas que tengo pendientes, vuelvo a echar mano de algunas cosillas que tenía guardadas por las distintas carpetas de mi ordenador. Ahora es el turno de un artículo de opinión que tuve que escribir para Lengua Española II. Espero que te guste... Y que no estés demasiado en desacuerdo conmigo.


El libro electrónico es algo que tenía que irrumpir en nuestras vidas de forma irremediable, como ya había sucedido con cacharros anteriores, desde el ordenador hasta el mp3. Es cierto que el formato tradicional está presentando una dura batalla, pero eso también era algo previsible y evidente.
Reconozco las incontables virtudes del libro electrónico y no me importaría tener uno para determinadas situaciones. Pero eso no me impedirá seguir comprando las historias que me apetece tener o seguir buscándolas en la biblioteca. No hay nada comparable al olor a tinta (o a papel viejo, dependiendo de su estado), ni al susurro que hacen las páginas al ser pasadas, incluso aunque los ingenieros hayan incluido un sonido que hace lo propio en la versión electrónica. No creo que resulte igual de satisfactorio que poder sentir entre los dedos los filos de las hojas que contienen esos relatos que han dejado una huella especial.
En fin, mi postura parece clara. No puedo negar que me siento invadido (y un poco abrumado) por tanta tecnología, y los libros tradicionales son una de las pocas cosas que me ofrecen refugio y consuelo. Y no quiero renunciar a ellos. Quiero coger un volumen de mi saga favorita y ver las palabras que tengo subrayadas, los dibujos que hice en momentos de confusión mental y otras huellas que han caído en el olvido y que sólo las moléculas de celulosa pueden recordar. Quiero comprar los títulos que más me han marcado y poder envolverlos en papel de regalo para obsequiar a quien se lo merezca con algo que yo aprecio. Quiero ver en la cara del afortunado la expresión correspondiente al ver la portada. No quiero asociar ciertas historias con un cacharro frío, impersonal y promiscuo.
Porque no hay nada como rastrear un libro, hojearlo, llevártelo a casa y sumergirte en sus páginas. Todo eso se puede hacer también con el electrónico, diría un defensor de las nuevas tecnologías. Sin embargo, yo no me lo trago.

miércoles, 22 de agosto de 2012

Sinsajo, de Suzanne Collins (traducido por Pilar Ramírez Tello)


No sé si dejé lo suficientemente claro que adoro Losjuegos del hambre. Los dos primeros libros me engancharon muchísimo y me encantaron, era cuestión de tiempo que me leyera el tercero… y que acabara hablando de él en este mi querido blog.

Resulta que, de primeras, hay dos palabras que se me vienen a la cabeza, y ninguna de las dos particularmente buena: Mockingjay e… innecesario.

La primera es una cuestión de traducciones. Soy un chico aplicado, tarde o temprano tenía que abordar el tema. Resulta que Pilar Ramírez Tello (la traductora) se vio en una situación algo peliaguda: tenía que traducir una palabra que el diccionario no recoge, que salió de la mente preclara de Suzanne Collins. O, lo que es lo mismo, que tenía que inventársela. Resulta que el término en cuestión en inglés es Mockingjay, una palabra que evoca todo tipo de sonidos y situaciones y que suena fantásticamente bien; un cruce entre los jabberjays (criaturas creadas artificialmente) y los mockingbirds (sinsontes, un tipo de pájaro oriundo de Norteamérica). Resulta un poco lioso y es muy complicado traducirlo. Además, primero hay que encontrar una traducción apropiada para jabberjay y después otra para mockingjay. La opción de Pilar Ramírez fue ‘charlajo’ para el primero y ‘sinsajo’ para el segundo. Ambas son perfectamente válidas, pero me quedo con las originales.

La segunda palabra que se me venía a la cabeza al leer el último libro de la trilogía era ‘innecesario’… Cuando acabé En llamas (no hagas el chiste fácil, por favor), tuve la impresión de que la historia no aportaba gran cosa y era sólo una introducción al tercer libro, lo cual hacía presagiar un argumento vibrante y un final apoteósico. Puede que sí haya sido así, pero a mí no me ha convencido. Muchas de las escenas que se describen son bastante prescindibles, y la dureza de algunas situaciones llega a ser absurda… De ahí lo de innecesario, tanto por las escenas como por el libro en sí, si nos ponemos criticones. No digo que no sea bueno (de hecho, todas las personas que sé que lo han leído me han dicho que es el que más les ha gustado de los tres), pero supongo que esperaba otra cosa.

En cuanto al final, no voy a desvelarlo (eso me convertiría en la clase de persona que odio). Me voy a poner enigmático y diré que una de cal y una de arena.

lunes, 13 de agosto de 2012

Mola ser de pueblo... aunque sea un par de semanas al año


Despertarse y no tener nada que hacer, salir a la puerta y ver un bonito paisaje verde en lugar de una selva de cristal y cemento, vagabundear todo el día sin un destino fijo, tener toda la noche para comerte el mundo...
En fin, que el año no sería lo mismo sin esos días en el pueblo. Sin esas inigualables fiestas, sin los partidos de frontón, las charlas en La Puente, esas queridas luciérnagas, los gritos de Tere o "el envidioso-vano-artero" y toda su tropa de diablillos...
Porque este año quiero volver a irme Pa' lo oscuro, quiero destrozarme los tobillos de camino a la verbena, quiero repetir cada palabra de La Loa y quiero que la gente me pregunte de quién soy y que cuándo hemos venido.

miércoles, 8 de agosto de 2012

Territorio comanche, de Arturo Pérez-Reverte


Me daba miedo enfrentarme a un libro escrito por Reverte. El club Dumas no acabó de convencerme y no quería que él perdiera puntos ahora que le admiro más que nunca. Sin embargo, tengo que admitir que Territorio Comanche no me ha desilusionado. Es una obra de arte.
Escrito con la ironía que le caracteriza y siempre fiel a su estilo directo y un poco caradura, este libro aglutina anécdotas curiosas en un hilo conductor tan simple como sublime. Los múltiples personajes salpican la historia con toques de humor y realidad a partes iguales; y poca gente habría conseguido al mismo tiempo un testimonio tan desgarrador y una lectura tan agradable.

Reverte describe escenas brutales de una forma casi cómica. Se queda con lo bueno de cada viñeta sin quitarle una pizca de autenticidad. Supongo que eso es complicado y que para conseguirlo necesitas haber pasado por esas experiencias. Él lo ha hecho y eso le honra; ha vuelto a conseguir encandilarme.


Además, es un libro muy cortito. ¿Qué más se puede pedir?

martes, 7 de agosto de 2012

Polseres vermelles


Ojalá pudiera decir algo que dejara a la serie en el lugar que merece. Sin embargo, es tan buena que ni lo intentaré. De momento.


PD: perdón por la entrada tan corta pero, ¿para qué añadir nada más?