Queridos lectores (siempre en plural, hay que ser optimista), estamos
atravesando tiempos convulsos. A los que lean esto en el futuro, o a los que vivan debajo de una piedra, les pondré
en antecedentes de lo que ha ocurrido recientemente: un referéndum en el Reino
Unido ha determinado que más de la mitad de los votantes (que no de la
población) quiere salirse de la Unión Europea, las elecciones en España no han
tenido el efecto que deseaban aquellos que propusieron una repetición y grandes
selecciones como Croacia o la propia España no han conseguido pasar a los
cuartos de final de la Eurocopa.
¿Que por qué me pongo a divagar sobre temas de actualidad, yo que siempre
me mantengo tan al margen como me resulta posible? Bueno, pues porque una
hipotética salida del Reino Unido de la Unión Europea ha hecho que muchos
traductores e intérpretes se lleven las manos a la cabeza.
Y razón no les falta. Nadie negará que el inglés es la lengua extranjera
más estudiada en Europa y el resto del mundo (ver, por ejemplo, este artículo de la Fundéu). Sin embargo, en
cuanto al número de hablantes nativos en la Unión Europea, el inglés no es tan relevante
comparado con el francés o el italiano o sobre todo con el alemán (la lengua
más hablada en Europa, sin contar a Rusia), y la mayor parte de estos hablantes
nativos de inglés reside en el Reino Unido. Oficialmente, el temido Brexit haría que el inglés se
convirtiera en una lengua casi residual en la Unión Europea, por detrás del
neerlandés, el portugués, el griego o el húngaro y al nivel de idiomas casi exóticos
como el lituano o el letón, y sólo seguiría presente gracias a su condición de
lengua oficial en Irlanda y Malta (ambos países, por cierto, tienen sendas
lenguas cooficiales, el irlandés y el maltés). Ahora sí que os voy a dejar un
par de enlaces, con el número de habitantes de todos los países de la UniónEuropea, una lista con las lenguas oficiales.
La situación se presenta casi apocalíptica. Al fin y al cabo, el inglés es
la primera lengua de trabajo de muchos de nosotros, traductores y/o intérpretes
que podríamos plantearnos trabajar en la Unión Europea (ay, si fuera tan fácil).
No obstante, yo diría que no hay motivos para alarmarse. En primer lugar,
insisto en que el inglés sigue siendo la lengua extranjera más extendida entrelos europeos y muchas veces la lengua de comunicación entre personas con
distintas lenguas maternas. En segundo lugar, como ya he dicho, seguiría siendo
una lengua oficial. Y, en tercer y último lugar, yo estoy convencido de que la
salida del Reino Unido de la Unión Europea nunca llegará a ser efectiva.
Y sí, con esta frase lapidaria y el deseo de haber tranquilizado a alguien,
termino esta entrada, en la que por una vez me he mojado un poco y he manifestado
claramente una opinión ¡y sin ser políticamente correcto al 100 %! Dicho esto,
y ya que he sacado a colación el tema de la Eurocopa, le deseo toda la suerte del mundo a Islandia, que aunque “tampoco”
está en la Unión Europea ha llevado el equipo revelación y probablemente el
más querido… Y de paso ha sacado a Inglaterra de la Eurocopa igual que los
propios ingleses quieren sacarse a sí mismos de la Unión Europea.