Hoy
he terminado mi primera tanda de exámenes. Eso me ha dejado con más tiempo
libre de lo normal, unas ganas de vaguear incontenibles, la sensación de que
podría estar haciendo algo más productivo y un número de ideas sobre las que
hablar en el blog igual a cero.
Por
eso, una vez más me veo obligado a recurrir a esos textos que escribo
erráticamente y que nunca llego a publicar. Y digo erráticamente porque éste en
concreto se había quedado guardado en un rincón escondido de mi pen drive. Sin embargo, me ha gustado y
me ha traído buenos recuerdos. Además, me da la sensación de que lo escribí en
un momento en el que mi estado anímico, para bien o para mal, era parecido; así
pues, disfruta de la extrapolación.
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Hoy
no tengo nada que aportar, pero lo del
perro que ladraba a las olas me ha gustado. Es imposible no visualizar
al animalito, solo frente al mar, ladrándole a las olas en una batalla perdida
de antemano. Un título perfecto para un libro: evocador y con gran magnetismo.
Sin embargo, como traducción lo podríamos considerar poco menos que una
catástrofe.
Resulta
que el título original de la obra de Hugo Hamilton es The Speckled People. Ya ves que no tiene nada que ver. Pero ¿qué
habrías hecho tú? ¿Una traducción “chapucera”, aunque más fiel al original? Ya
hemos dicho que las traducciones más infieles son las más bellas, y encima el
título es uno de los factores más importantes en un libro. Si quieres venderlo,
la traducción pasa a un segundo plano y se inclina ante los avariciosos designios
del marketing, infiel por definición.
Yo
romperé una lanza a favor del alternativo ‘El perro que ladraba a las olas’. No
sólo me gusta más, sino que una de las traductoras me da clase actualmente. Si
llega a ver esto, a lo mejor lo tiene en cuenta: unas decimillas más nunca
vienen mal…
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Supongo que ahora te estarás preguntando qué pasó con la nota de esa asignatura. Como no lo publiqué, no hubo posibilidad de que la "profe" lo viera y me valorara en consecuencia. Una pena, porque casi necesité esas décimas. Igual más adelante.