domingo, 28 de diciembre de 2014

Nuevo ciclo de cine - películas en versión original

En mi línea, me toca hablar un año más de las películas que veo en el ciclo de versión original de un cine de mi ciudad. Esta vez, me propuse ir a tantas como pudiera y el resultado fue el siguiente: nueve películas en cuatro idiomas distintos. Antes de hacer una brevísima reseña de cada una de ellas, recordaré que nunca leo las sinopsis, ni veo el tráiler ni hago nada que dé la más mínima pista del contenido. Por ello intentaré no desvelar nada yo tampoco. También comentaré que esto ocurrió hace bastante, pero no podía dejar de hablar al respecto. Comencemos:

1.-Locke: ¿se podría hablar de cine experimental? Tal vez sí; al fin y al cabo, es una película original, con un concepto distinto de todo cuanto yo había visto antes. Un argumento aceptable y una soberbia actuación de Tom Hardy hacen que merezca la pena dedicarle un par de horas.

2.-Antes del frío invierno (Avant l'hiver): me ha parecido una película muy francesa de principio a fin y la fotografía ha sido sobrecogedoramente hermosa. Tal vez el desarrollo me resultó demasiado lento, pero al menos me puso en contacto una vez más con mi adorado francés. Nada más que añadir.

3.-Viva la libertad (Viva la libertà): a veces pienso que mi pasión por el italiano hace que sea poco objetivo, pero, tras haberlo ratificado con las otras personas que han visto la peli, puedo afirmar que se trata de una pequeña obra de arte. Original, divertida y amena, fue un soplo de aire fresco en un ciclo marcado por el drama. Muy recomendable.

4.-Tren de noche a Lisboa (Night Train to London): aunque no sabía nada tampoco sobre esta película, las primeras escenas bastaron para que me acordara de que había visto el tráiler... Y de que había pensado 'esta peli puede estar bien'. Efectivamente, es una historia de gran intensidad con un contexto histórico muy interesante... Pero que nada tiene que ver con el tráiler. Lo mejor de todo fue el batiburrillo lingüístico... ¿Una película alemana que comienza en Suiza y transcurre en Portugal se graba casi exclusivamente en inglés? Bueno, se perdona porque al menos permitió que lo entendiera mejor y porque mencionan Salamanca.

5.-Destino: Marrakech (Exit Marrakech): si 'Viaje de noche a Lisboa' es una mezcla caótica de idiomas, 'Destino Marrakech' no se queda corto. Película de producción alemana, fui a verla precisamente porque quería ver algo en alemán... Y me encontré con una historia que transcurre en Marrakech (algo evidente, por otra parte) en la que la mayor parte de los personajes sólo hablan francés y árabe y chapurrean inglés. El alemán sólo aparece en las escenas iniciales y finales, así como en las conversaciones entre los protagonistas, de origen germano. A pesar del pequeño desencanto, me encontré con una bonita historia y con una ventana a Marruecos, país tan cercano y lejano al mismo tiempo.

6.-El amor es extraño (Love is strange): es un argumento razonablemente original, pero debo confesar que salí un poco decepcionado. Por un lado, porque al argumento se le podía haber sacado más jugo; por otro, porque el ritmo fue lento y el final, algo errático.

7.-Begin again: lo más parecido a una comedia romántica del ciclo ha sido también una sorpresa bastante positiva, con caras conocidas y un hilo argumental bastante original. Sin ánimo de desvelar más de la cuenta, diré que me ha gustado mucho la banda sonora y que las canciones te ayudan a meterte en la historia de una forma mucho más personal. De hecho, ya las tengo en mi ordenador y cualquier día de éstos las pasaré a mi reproductor. Te animo a verla pero, si no puedes, intenta escuchar alguna de ellas.

8.-¿Qué nos queda? (Was bleibt?): no quería perderme esta película porque estaba en alemán y ya era hora de que cambiara el chip ('Destino: Marrakeck' no cuenta), pero lo cierto es que podía haber prescindido de ella. No está mal, pero es otra película en la que no sucede nada y de la que pocas cosas se pueden resaltar. Lo mejor, tal vez, ha sido que he entendido frases enteras, a pesar de la velocidad con que hablaban los actores.


9.-El pasado (Le passé): y finalizamos nuestro repaso con una bonita película francesa que, aunque no tiene ese aire desconcertante con que nos suele sorprender el cine del país vecino, mantiene la esencia y algunas características fundamentales: familias mixtas, emigrantes que vuelven (o que nunca se fueron), cómo es la vida en Francia... Buena forma de cerrar mi maratón particular de películas en versión original.

viernes, 26 de diciembre de 2014

La analfabeta que era un genio de los números, de Jonas Jonasson (traducido por Sofía Pascual Pape)

Después de unos meses bastante ajetreados, en los que el estrés fue una constante en mi rutina, llegó el ansiado último día de clase y, por tanto, el comienzo de las vacaciones. Y yo celebré mi renovada libertad con una exhaustiva sesión de biblioteca. Sin embargo, esta vez cambié los apuntes y mi eterno acompañante -mi portátil- por hileras de estanterías, miles de volúmenes a mi alcance y un suelo que crujía con cada paso. El resultado fue que me fui a casa con tres libros a los que pensaba dedicar gran parte de mi tiempo durante el merecido periodo de asueto navideño.

Mi búsqueda giró en torno a tres principios: quería un libro con garantías de que me fuera a gustar (cualquiera conocido me bastaba), no demasiado largo (por si las moscas) y, a ser posible, en versión original. En un momento dado, se me vino a la cabeza este título (o uno parecido... Los títulos largos son más difíciles de memorizar): cumplía dos de los tres requisitos y, gracias a un vacío legal y al hecho de que el sueco sigue siendo un idioma mayoritariamente desconocido para mí, me permití leerlo traducido al castellano. Vi en el registro que estaba disponible y, aunque no se encontraba en su sitio, tuve la suerte de encontrarlo.

Me lo llevé a casa y la falta de tareas pendientes me permitió devorarlo a la velocidad de la luz. Tal vez el libro ayudó, pues no podía dejar de pasar las páginas. Jonas Jonasson se ha mantenido fiel al estilo con el que me cautivó en El abuelo que saltó por la ventana y se largó y sigue sorprendiendo con sus giros, tan sublimes como... ¿alocados?

En la misma línea que su antecesor, demuestra una fluidez exquisita, refleja situaciones cómicas, a veces por su sencillez, y, algo también muy importante, ilustra al lector sobre la situación económica, política y social del planeta a lo largo de los años. Y lo hace de una manera soberbia, entrelazando unos acontecimientos con otros y relacionando a distintos personajes históricos. De hecho, me pregunto qué opinarán los aludidos cuando le echen la mano a esta novela... O qué han opinado en caso de que ya la hayan leído.


Yo, por mi parte, sólo puedo recomendarte encarecidamente que lo leas (y, ya de paso, el de El abuelo que saltó por la ventana y se largó). También aprovecho para desearte una feliz Navidad o, si estás leyendo esto en cualquier otra fecha, una feliz semana.

martes, 23 de diciembre de 2014

El túnel, de Ernesto Sabato

Ya he dicho alguna vez que mi principal motivación para escoger un libro es que alguien me lo recomiende. Y, si encima te lo prestan y te lo llevan a clase, ya sí que no tengo excusa para no leerlo. Sobre todo si es un volumen de apenas cien páginas y con un principio tan impactante como el de El túnel.

Se agradece que un libro aclare tan pronto en torno a qué va a girar la trama. Así, es mucho más fácil responder a la eterna pregunta '¿de qué va el libro?' sin desvelar nada. Sin embargo, dicha trama a veces pierde importancia frente al estilo desplegado por el autor.

Efectivamente, eso es lo que ocurre con El túnel. Una historia aceptable e incluso buena se ve ensombrecida por la fuerza de algunas reflexiones del narrador. A lo largo de las ciento-y-pocas páginas, y sumado al hecho de que el final se conoce desde las primeras líneas, el lector prestará más atención a las divagaciones del protagonista que a la sucesión de acontecimientos. Tengo que decir, evidentemente, que dichas reflexiones son francamente interesantes.


Además, también captó mi atención la gran afluencia de términos argentinos. Obvio, si tenemos en cuenta la procedencia del autor y de los personajes. Aunque tengo que reconocer que encontrarme ante palabras con las que no estaba familiarizado hizo que me distrajera más de lo necesario, supongo que está bien profundizar un poco en otras variantes que no son “español de España”. Y, al fin y al cabo, Argentina es un país donde los buenos escritores abundan... ¿Cuál será el próximo título que caiga en mis manos firmado por alguien de dicho país? Permanezcan a la espera...

lunes, 8 de diciembre de 2014

El pequeño ladrón de sombras, de Marc Levy (traducido por Isabel González-Gallarza)

Pues sí. He decidido que Marc Levy se merecía otra oportunidad. Además, me topé con este libro en la biblioteca y no tenía tiempo de buscar muchos más, así que lo cogí. Sólo lamento no haber encontrado la versión original, que hace mucho que no leo nada en francés y se me está olvidando...

El caso es que, como bien dice la sinopsis, Marc Levy ha vuelto a recuperar aquí la esencia de sus primeros libros. El pequeño ladrón de sombras empieza envuelto en un halo casi mágico, que hace pensar en un mundo irreal y en sueños imposibles. El desarrollo hace que nos topemos con la realidad y, sinceramente, con una historia más ordinaria de lo que se esperaba al principio, pero de las que quieres saber más. Yo no concebí la idea de no terminarlo en ningún momento, y fue una sabia decisión, porque también las últimas páginas estaban salpicadas con párrafos y escenas memorables.


Tengo que confesar que lo terminé hace meses, y que se me había olvidado  finalizar esta entrada para publicarla. Sin embargo, ahora que la he encontrado, no tengo ninguna excusa para posponerlo durante más tiempo y, sobre todo, no podía permitir que la última entrada en la que hablaba deMarc Levy fuera una opinión “negativa”... Tenía que reemplazarla por una mejor.

viernes, 5 de diciembre de 2014

El jardín de las dudas, de Fernando Savater

Alguna vez he contado cómo acabó un libro en mis manos o por qué me decidí a leerlo. Tal vez no parezca relevante, pero las historias que hay detrás de algunas lecturas pueden ser tan interesantes como los relatos que escondían.

Lo digo porque con El jardín de las dudas me ocurrió algo curioso. Entré en la biblioteca buscando un libro muy concreto y, como no lo tenían (eso, o yo no lo encontré) y yo no quería irme con las manos vacías, di una pequeña vuelta hasta que otro título me llamara la atención.

De ese modo, acabé en la estantería de la ese y las palabras 'Premio planeta' captaron mi atención. Además, el autor era un viejo conocido y una persona muy respetada. Podría darle una oportunidad.

Así las cosas, El jardín de las dudas acabó en mi casa, y no podía permitir que pasaran tres semanas sin al menos haberle concedido una oportunidad. Por ello, procedí con mi modus operandi habitual y leí las primeras páginas con el fin de emitir un veredicto. Si superaba la prueba, avanzaría hasta la última página y pasaría a engrosar mi lista de libros leídos. Si no, lo devolvería a la biblioteca tan pronto como me resultara posible.

Has acertado. Superó la prueba, y con creces.

El jardín de las dudas es uno de esos libros especiales, dinámico en su forma y cautivador en su contenido. Nada en el título ni en la portada me dio la más mínima pista de lo que me podría encontrar escondido en sus páginas y la sorpresa fue muy grata. Está lleno de profundas reflexiones, de descripciones de una época muy interesante y de valiosísimas lecciones de historia. Te podría contar en torno a qué gira, o incluso desvelar quién es uno de los protagonistas, pero prefiero que experimentes lo mismo que yo.

En definitiva, lo dejaremos en que es un libro que recomiendo sin dudar. Además, me ha permitido redescubrir a Fernando Savater, y no veo el momento de leer algún otro de sus libros. Ya te contaré.