lunes, 31 de diciembre de 2012

Bienvenido, 2013


Paso demasiadas horas al día escribiendo. A los múltiples trabajos, traducciones, memorias y redacciones que nos mandan se le suman las esporádicas entradas para este blog y creaciones varias, incluyendo el diario que relleno puntualmente al final de cada jornada.
Sí, escribo un diario.
Pues bien, se me ha ocurrido que una forma de economizar mi tiempo es publicar en el blog lo que escribo para el diario. Al fin y al cabo, ya he publicado anteriormente trabajos de clase, ¿por qué no?
Es cierto que casi todas las cosas que van completando dicho diario son demasiado personales como para estar en la red, al alcance de cualquiera, pero una despedida de año me parece lo suficientemente inofensiva (y apropiada) para una entrada. Especialmente la de un día como hoy.
De modo que aquí la tienes. Es una adaptación (he quitado lo que sobraba) y ha quedado un poco a medias. Aún así, welcome to my life y… ¡FELIZ 2013!

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Acaba de empezar el último día del 2012 y me siento raro. Lo que en realidad ha sido un gran año se me antoja ahora un montón de recuerdos, a cual más difuso.
Supongo que podría repasar todo lo que ha ocurrido en los últimos doce meses y recopilar los buenos momentos. Pero no voy a hacerlo. No sé por qué, pero creo que este año no toca.
Lo que toca ahora es vivir el presente. No es el momento de hacer listas y clasificaciones de los mejores recuerdos de  2012, ni tampoco de redactar incontables propósitos de fin de año, porque son sólo una ilusión falsa, espejismo de un futuro menos caótico. Por eso, para los próximos doce meses sólo buscaré dos cosas: una nueva experiencia cada día… y ocho horas de sueño.

viernes, 28 de diciembre de 2012

¡Feliz día de los inocentes!


Es periodo de celebraciones y fiestas varias. Si hace apenas tres días felicitaba públicamente las Navidades en los idiomas que tengo el gusto de controlar, ahora le toca el turno a una festividad patria y mucho más prosaica: los Santos Inocentes.
Ya sé que no está de moda gastar bromas por el simple placer de gastarlas. Estamos todos tan ocupados en nuestra vida moderna, llena de blackberries y whatsapps, que no nos damos cuenta de que aún podemos reírnos de cosas sin importancia.  Sólo necesitamos una excusa.
Es cierto que me estoy quedando sin ideas. Ya son muchos años de existencia y las inocentadas se pueden repetir un número limitado de veces. Pero yo seguiré dándole vuelta a la cabeza cada 28 de diciembre y espero seguir sorprendiendo a conocidos y amigos durante mucho tiempo. Y, por qué no, espero seguir riéndome a su costa (eso sí, tal vez es el momento de decir que mis bromas no son de mal gusto, ni mucho menos).
Por ello, vete preparando, porque el 28 de diciembre del año que viene publicaré una entrada en este mismo blog que será una inocentada… O no.

lunes, 24 de diciembre de 2012

We wish you a...


Merry Christmas!

Sólo hace diez meses desde que empecé a escribir este blog. Eso quiere decir que aún es un cachorro y que éstas son sus primeras Navidades. Por ello, me veo en la obligación moral de desearos unas felices fiestas y de hacer un balance de lo que ha sucedido últimamente.

Joyeux Noël!

Resulta que, como ya dije en su día, empecé este blog como excusa para una asignatura de la facultad (la inefable ‘Documentación Aplicada a la Traducción e Interpretación’), pero le cogí el gustillo a esto de escribir lo que se me pasa por la cabeza y publicarlo para sentirme importante. De modo que aquí estamos, cumpliendo meses y manteniendo el tipo con unas cuantas actualizaciones al mes.

Frohe Weihnachten!

No sé qué es lo que te ha traído hasta aquí. Tal vez seas amigo, conocido o un simple descarriado que se ha encontrado con esto mientras navegaba por la red. En cualquier caso, me hace mucha ilusión que me suban las visitas, así que ¡gracias!

Buon Natale!

Espero que, sea cual sea tu caso, te haya gustado lo que has leído, ahora y siempre. Yo seguiré escribiendo las paranoias que pasan por mi cabeza y publicando lo que me parezca lo suficientemente aceptable.

Bon Nadal!

Ya sé que no siempre he atinado con mis entradas y que lo he descuidado más de lo que debería, pero lo importante es que no lo haya abandonado del todo y, sobre todo, que llegado el caso te haya gustado, al menos un poquito. Además, tengo que decir que a mí me ha ayudado en momentos de bajón, cuando me proporcionaba una vía de escape, y me hacía sentir orgulloso de mí mismo.

Boas festas!

Así que, en definitiva, tan sólo quiero agradecerte de nuevo que hayas aterrizado aquí y, cómo no, desearte una vez más…

¡FELIZ NAVIDAD Y PRÓSPERO AÑO NUEVO! 

martes, 18 de diciembre de 2012

Más lecturas recomendables

Últimamente estoy leyendo muy poco y me odio a mí mismo por ello. Pero bueno, supongo que hacia final de curso conseguiré haber devorado suficientes libros como para hacer una bonita lista con los diez mejores; uno de mis famosos 'top ten'. De momento, publicaré la que escribí hace un par de años. Obviamente, algunas de mis opiniones han cambiado y está claro que ya no escribo de la misma manera. Sin embargo, me ha gustado recordar tanto los libros como el momento en que decidí hablar sobre ellos y puede que así te dé la oportunidad de disfrutar de historias que no conocías. Espero que te guste.

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1.-Harry Potter and the deathly hallows (J. K. Rowling): los incultos lo llamarán Harry Potter y las reliquias de la muerte, pero el título es lo de menos. Lo importante es la historia: la perfecta culminación de mi saga favorita. Un libro que me sigue arrancando sonrisas después de haberlo leído incontables veces, que me sigue ayudando en muchos sentidos y que mientras siga leyendo, será mi favorito y seguirá encabezando todos mis tops.
2.-The curious incident of the dog in the night time (Mark Haddon): cuando trataba de buscar una palabra para definir este libro sólo se me ocurría ‘precioso’, pero la encuentro demasiado cursi (y un poco superficial) para una obra de arte como es este pedazo de libro. Cada palabra ayuda a crear una historia interesante y capaz de enganchar, pero sobre todo, ayuda a visualizar a Chris, el protagonista, y a cogerle un cariño inimaginable. Ha conseguido que se me encogiera el corazón con casi cada párrafo y ha supuesto una lectura agradable, reconfortante y absolutamente recomendable. El título en castellano es ‘El curioso incidente del perro a medianoche’, pero siempre es mejor la versión original.
3.-Entre limones (Chris Stewart): hay quien lo ha definido como ‘Historia de un optimista’. Con esta carta de presentación, no podía dejar de gustarme. Ha sido un libro ameno, divertido y adictivo. Una historia autobiográfica excepcionalmente narrada con un tono gracioso, casi irónico y con una continuación también digna del top ten: El loro del limonero.
4.-Guinea (Fernando Gamboa): si un libro ha conseguido engancharme este año, ha sido Guinea. Una historia sobrecogedora, que cuenta las cosas como son y sin demasiados tapujos. Incluso las que preferiríamos no saber. El final no me entusiasmó, pero el hecho de que me leyera más de trescientas páginas en una sola noche hace que se haya ganado a pulso su puesto en el top five.
5.-El secreto (Rhonda Byrne): no, no es una gran historia (bueno, ni grande ni pequeña: no es una historia). No, no dice nada mínimamente remarcable. No, no tiene ningún tipo de base científica. Pero a veces te gusta que te digan cómo tienes que pensar, y qué hacer para que las cosas funcionen. Saber que todo va a salir bien. Por eso goza de un puesto tan alto a pesar de que aún voy por la mitad. En cuanto me lo acabe, intentaré ir a por la segunda parte (El poder) y me volveré invencible.
6.-Nadie lo ha visto (Marie Jungsten): lo cierto es que las novelas policiacas suecas me están empezando a cansar, pero le voy a dar una oportunidad a Marie Jungsten porque todos sus libros me han gustado y porque este año no he leído muchos más de este género. Una buena lectura para pasar el rato. No dejará huella en ti, pero no está nada mal. También me gustó Nadie lo ha oído (o Ningú ho ha sentit, teniendo en cuenta que me lo leí en catalán) y estoy deseando ir a por Nadie lo conoce.
7.-La pasión india (Javier Moro): siempre he dicho que me gustan los libros que transcurren en la época actual y en un mundo no demasiado exótico (vamos, que no me gusta salirme de la Europa y Norteamérica actuales), pero cuando empecé La Pasión India no pude dejar de leerlo. En principio iba a haber sido un documental: una recopilación de información sobre los últimos años de los rajás indios, pero la historia de “la pequeña camelia” tiene el suficiente gancho como para modificar el rumbo de la obra y conseguir un gran libro. Una gran historia (verídica, por cierto) y una fuente de información considerable.
8.-Todo bajo el cielo (Matilde Asensi): otro libro que se sale de mis estereotipos. Ahora nos vamos a la China de principios del siglo XX. Lo hacemos de mano de una serie de personajes que a priori pueden resultar poco atractivos, pero que acaban tejiendo los hilos para bordar una historia con suficiente fuerza para cumplir mis expectativas, a pesar de lo inverosímil de algunos aspectos (sobre todo hacia el final).
9.-El primer dia (Marc Levy): no es un libro espectacular, pero Marc Levy se merece estar en el top. Además, el libro engancha mucho y tiene un final que te deja con ganas de más. Así que ahora toca ir a por La primera noche y ver qué tal se defiende Marc con las segundas partes. Y Word, deja de subrayarme la palabra ‘dia’. Ya sé que lleva acento, pero es que éste también me lo leí en catalán, y en catalán se escribe así.
10.-El símbol perdut (Dan Brown): parece increíble pensar que la persona que ha escrito una obra de arte como es El código da Vinci sea también capaz de crear bazofias como pueden llegar a ser prácticamente todos sus demás libros. El final de Ángeles y Demonios, las descripciones de Fortaleza digital y la trama completa de La Conspiración lo desacreditan no ya como escritor sino como creador de historias. Con El Símbolo perdido, Dan Brown ha retomado un poco de cada cosa y nos ofrece una historia inverosímil, una trama descabellada y algunos episodios que llegan a resultar desagradables por ser demasiado escabrosos. Pero tengo que tragarme mis palabras por dos motivos: primero, que a pesar de todo me he leído todos sus libros y seguramente seguiré haciéndolo y segundo, que con este libro se nos ofrece la posibilidad de seguirle la pista al flamante protagonista de El Código da Vinci (Michael Landon) mientras nos introduce en el interesante mundo de la noética. Así que top ten a pesar de todo.

miércoles, 12 de diciembre de 2012

El azul de la virgen, de Tracy Chevalier


Tracy Chevalier mola (hacía mucho que no empezaba así una entrada). Vale, sólo he leído dos de sus libros, pero está claro que tiene un estilo claro y definido y que es capaz de crear grandes novelas. De hecho, había escrito la palabra ‘historia’, pero la he cambiado porque no son las historias lo que te engancha a sus libros, sino su forma de escribir, la sencillez con que narra las cosas, las distintas escenas que describe.
En El azul de la virgen van rotando las historias de dos mujeres. Muy parecidas y a la vez muy distintas, los giros de ambas le dan al libro un ritmo más dinámico y dos motivos independientes para seguir pasando las páginas.  De la primera tengo que destacar que te transporta a otra época y te transmite magníficamente lo que le ocurre. De la segunda, lo mejor es cómo describe la evolución de su vida, jugando con estereotipos y diciendo de los franceses verdades como puños (para bien y para mal)… Y es que, independientemente de lo que diga de nuestros queridos vecinos galos, Tracy Chevalier le da a sus libros un toque francés que resulta exquisito y totalmente auténtico. De hecho, yo he tenido que asegurarme un par de veces de que en realidad es americana y de que la versión original que ella escribió está en inglés y no en francés (The Virign Blue, título que, by the way, me parece mucho más evocador que en español, pero eso son cosas mías).
En fin, para terminar, simplemente te recomendaré el libro, porque no está nada mal; y aprovecharé para prometerme públicamente a mí mismo que en algún momento de mi vida leeré La joven de la perla, libro emblemático de Tracy Chevalier por excelencia.

jueves, 6 de diciembre de 2012

Erasmus... coming soon


Si hay una palabra que se asocia con el Grado de Traducción e Interpretación (así, con mayúsculas), ésa es Erasmus. Son muchos los proyectos de traductores que deciden emigrar durante un curso, y son también muchos los beneficios que puede reportar dicha experiencia. A mí me tocará vivirla, Dios mediante, el año que viene. Ya he atravesado todas las fases previas a la solicitud (sólo queda la espera por ver cuál será mi ciudad de residencia en el curso 2013-2014), y las podría resumir así:

FASE 1 – documentarse… y elegir.
Esto es lo que habría escrito en los primeros días:
“Por si mi vida empezaba a resultar poco sencilla, ahora me meto en la aventura Erasmus. He analizado detenidamente los destinos posibles y ME VOY A VOLVER LOCO. Hay muchas ciudades que podrían merecer la pena, pero todas tienen alguna pega: que si la universidad, que si el entorno, que si la posibilidad de no encontrar alojamiento y tener que volverme a casita en octubre…”
Por suerte, al final pude elaborar un top 3 bastante aceptable.

FASE 2 – entregar la solicitud… y cruzar los dedos
“Por fin llega el día en que hay que entregar los papeles de Erasmus. Tengo que ir al banco a pagar, preguntar en secretaría si está todo bien y, tal vez, ir a la EOI para que me den algún titulo o justificante de idioma. En fin, no parece demasiado trastorno para una experiencia que, a priori, me va a proporcionar tanto. Al final he puesto mis tres destinos predilectos en los tres primeros lugares, seguidos de una serie de ciudades casi aleatorias hasta un total de diez.”
Vamos, que aquí no me quedo.

FASE 3 - ¿dudas?
“Tengo ganas de vivir el Erasmus. Quiero saber cómo es la vida en otro país, con otra gente, con la libertad de la que gozan los Erasmus y con las ganas de comerme el mundo. Sólo hay un ‘pero’, y es que siempre me quedará el sentimiento de estar desaprovechando oportunidades, de dejar en Salamanca algo (o alguien) que verdaderamente merezca la pena. En fin, he tenido muchos años para darme cuenta de que la vida no se limita a lo que hay aquí y, llegado el caso, puedo rechazar la beca.”
Es normal no estar seguro, basta con no pensarlo.

FASE 4 – esperar
Los trámites burocráticos y administrativos hacen que las adjudicaciones de destinos no sean definitivas hasta abril. Eso implica una espera de seis meses y muchos nervios cada vez que piensas en la posibilidad de quedarte fuera o de que algo haya salido mal y tu solicitud haya desaparecido. No es mi caso (nunca me pongo en lo peor, soy un tipo optimista), así que el año que viene estaré escribiendo desde Alemania. Y tendré muchas cosas que contar, permanece atento.