domingo, 16 de junio de 2013

Papel mojado, de Juan José Millás

-Esto es papel mojado, amigo, letra muerta


Seguro que te suena el nombre de Juan José Millás. ¿No? Pues es muy conocido. Es uno de los periodistas españoles con mayor renombre y, además, tampoco se defiende nada mal como escritor.
Reconozco que yo sólo sabía quién era gracias a las clases de Lengua Castellana de segundo de bachillerato (qué lejos queda ya todo eso...) y me había limitado a leer los artículos que nos traía la profesora o que elegíamos los propios alumnos para analizar posteriormente, pero sí que tenía ganas de profundizar en su obra. Por eso, cuando vi el escuálido tomo de este libro en uno de los puestos que inundaban la Plaza Mayor de Salamanca el día 23 de abril, decidí que seguramente esta historia sería tan buena como cualquier otra y que, con toda probabilidad, valdría los pocos euros que debía pagar por él.

Independientemente del valor económico, sin embargo, debo admitir que fue una gran adquisición. Papel mojado consigue enganchar desde el primer momento (gracias a un principio tan contundente como bello) y su nivel no disminuye en ninguna de sus siguientes 140 páginas (ya he dicho que su tomo es escuálido: es un libro muy cortito).El protagonista tiene es una de esas personas a las que les coges cariño rápidamente y el final está a la altura; no daré más detalles.


Además, hacía mucho que me apetecía leer algo así. Un libro que no quisiera soltar, que pudiera devorar en pocos días y que me descubriera un nuevo mundo (en este caso, la obra de Juan José Millás más allá de los artículos que analicé cuando aún era un inocente preuniversitario). De hecho, en cuanto pueda volveré a leer algo suyo. Tengo un par de títulos en mente y todo el verano por delante. Ya te contaré.

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