lunes, 23 de septiembre de 2013

El show de Truman

Insisto: mi incultura cinéfila es uno de mis asuntos pendientes. Hay innumerables películas que no he visto y, entre ellas, también muchos clásicos. Tal vez por eso no es de extrañar que no hubiera visto El show de Truman hasta ahora.

Y dirás 'El show de Truman no es un clásico'. Estás en tu derecho, supongo que hay títulos mucho más legendarios y memorables. Sin embargo, es una película de la que había oído hablar en muchas ocasiones y eso, a mis ojos, la convierte en un clásico sin ningún tipo de duda.

El debate al respecto podría durar horas, días, semanas. Por ello, de momento me limitaré a comentar lo más destacable de la película que, clásico o no, todo el mundo debería ver. Por ejemplo, el hecho de que el argumento es excepcional. Por ejemplo, que Jim Carrey hace un gran papel (claro que es uno de mis actores favoritos y no puedo ser muy parcial). Por ejemplo, que seguro que ha hecho pensar a todo el mundo que la ha visto que su vida puede ser una farsa. Y, por ejemplo, que está cargada de simbolismo desde el primer minuto hasta el último. No quiero desvelar el contenido -ni el final- pero te adelanto que sólo el nombre escogido ya es bastante representativo: Truman.

Supongo que lo mejor de la película es que nos hace cuestionarnos todo tipo de cosas. ¿Sería esa situación posible en la realidad? ¿Hasta qué punto se puede jugar con la vida de las personas? ¿Es que acaso a mí también me están grabando las veinticuatro horas del día? No mientas, si has visto El show de Truman sabes de lo que hablo... y tú también te lo has planteado.


En fin, que era una de las pelis que tenía en mi lista y estoy contento de poder tacharla. En el fondo espero que todas las demás sean del mismo nivel porque, por si no te habías dado cuenta, me ha gustado bastante. Ahora toca ir a por la siguiente... y estoy abierto a sugerencias.

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