Hace unos días
reflexioné acerca de la música y de todo lo que nos puede hacer
sentir. Aunque no soy especialmente melómano, llegué a la
conclusión de que no podría vivir sin mi ipod y sin escuchar mis
canciones favoritas de vez en cuando.
Sin embargo, mi pasión
por la música se podría resumir en tres líneas, así que parece
ser que esta entrada será cortita.
Un país que no existe
Una letra que no
entiendo
Un grupo que no tiene
nombre
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