jueves, 23 de enero de 2014

Catching fire (En llamas), la película

Sí, ya sé que soy un pesado con el tema de Los juegos del hambre; pero como es una saga que me gustó tanto, y puesto que he visto la película hace poco, me veo en la obligación moral de hablar al respecto.

La verdad es que salí del cine bastante satisfecho. La adaptación es más que aceptable y, como ya ocurrió con la primera película, no eres consciente de lo que se narra en el libro hasta que ves las imágenes, con lo cual es un requisito casi indispensable para los seguidores de la saga. Las interpretaciones son, desde mi inexperto punto de vista, bastante competentes y hasta la banda sonora ha estado a la altura. Todo esto en mi humilde opinión.

Sin embargo, me hizo gracia un comentario que escuché justo después de los créditos. “No me ha gustado mucho el final”. No soy quién para decir qué le tiene que gustar a la gente y qué no, pero supongo que en este caso resultaba un poco improcedente. Al fin y al cabo, se trataba de una adaptación y, si el libro terminaba así, el director no tenía otro remedio que ser fiel a él. O no... Podía haber escrito un guión totalmente distinto para satisfacer a los ajenos a este mundo y haber conseguido una película con otro final. En ese caso, tal vez estaríamos hablando de una mala adaptación, pero una grandísima peli (por cierto, chicos, el superlativo de 'grande' es 'máximo'; 'grandísimo' es la forma coloquial: no la utilicéis). Y, ¿qué es mejor? ¿El objetivo principal no debería ser una reproducción fiel al libro? ¿No es, al fin y al cabo, una traducción como cualquier otra? Yo soy feliz si la adaptación es buena, independientemente de que el final del libro me haya gustado más o menos, y si fuera director de cine, ése sería mi principal objetivo. Pero respeto otros puntos de vista.


¿Tú qué opinas?

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