¿Conoces la sensación de repetir una palabra tantas veces que deja de tener
sentido? Pues me acaba de pasar con ‘música’ y algo me dice que a ti también (si has leído el título, claro).
Pero no he podido evitar dedicarle una entrada a tan elevado arte porque
también puede ser nuestro aliado a la hora de aprender un idioma.
Ya he dicho alguna vez que no creo que sea necesario traducir las letras de
las canciones. Primero, porque es muy difícil y, segundo, porque siempre se pierde
parte de la esencia (como con toda traducción, por otra parte). Habrá quien
argumente en contra y diga que si no entiendes la letra no sabes lo que estás cantando, pero
ahora voy a plantear algunos contrargumentos:
1. No lo sabes, pero lo puedes buscar. Tal vez no era tan fácil en los
ochenta, cuando las baladas italianas triunfaban en España y los artistas
correspondientes se apresuraban a lanzar versiones en castellano porque además era el único idioma que se hablaba aquí (lo del inglés llegó más tarde). Hoy en día, internet ha facilitado la búsqueda de la canción, la letra, la traducción y
hasta la página de Wikipedia (muchas canciones tienen la suya propia).
2. ¿Hasta qué punto es importante? Sí, es cierto que muchas canciones ganan
puntos cuando entiendes la letra, pero yo soy perfectamente capaz de tararear
un estribillo en español sin ser consciente del significado y, por extensión,
una letra inventada en idiomas como griego o noruego (lenguas que,
evidentemente, no hablo). Y no por ello me va a gustar menos la canción.
3. ¿Qué pasa si alguien la traduce y no sólo no mantiene todo el
significado, sino que también se pierde la armonía? Pues que a lo mejor el tema en cuestión deja de gustarnos. Y esto es algo relativamente
habitual, porque NO ES NADA FÁCIL traducir la letra de una canción.
4. Al escuchar canciones en otro idioma, puedes aprender dicho idioma. De
hecho, esto es lo que me ha llevado a hablar de este tema en la entrada de hoy:
la música es una forma perfectamente válida y muy agradable de avanzar con el
aprendizaje. Además, no sólo te permite aprender palabras nuevas, sino también
descubrir cantantes, grupos y, por qué no, una parte de la cultura del
país de origen.
Yo ahora mismo llevo una época escuchando casi exclusivamente canciones en
alemán y estoy muy contento. No puedo decir que mi nivel haya subido
escandalosamente, pero siempre es bueno para practicar y, sobre todo, estoy
descubriendo artistas que me encantan y melodías que apenas me puedo quitar de
la cabeza. Así que ya sabes, si estás aprendiendo un idioma extranjero
investiga cuáles son algunos de sus cantantes más famosos (si no conoces ya unos cuantos), busca algunos de sus
temas… Y estudia mientras escuchas canciones que pueden pasar a formar parte de
tu vida.
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