Despertarse y no tener nada que hacer, salir a la puerta y ver un bonito
paisaje verde en lugar de una selva de cristal y cemento, vagabundear todo el
día sin un destino fijo, tener toda la noche para comerte el mundo...
En fin, que el año no sería lo mismo sin esos días en el pueblo. Sin esas
inigualables fiestas, sin los partidos de frontón, las charlas en La Puente,
esas queridas luciérnagas, los gritos de Tere o "el envidioso-vano-artero"
y toda su tropa de diablillos...
Porque este año quiero volver a irme Pa' lo oscuro, quiero destrozarme los
tobillos de camino a la verbena, quiero repetir cada palabra de La Loa y quiero
que la gente me pregunte de quién soy y que cuándo hemos venido.
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