miércoles, 8 de agosto de 2012

Territorio comanche, de Arturo Pérez-Reverte


Me daba miedo enfrentarme a un libro escrito por Reverte. El club Dumas no acabó de convencerme y no quería que él perdiera puntos ahora que le admiro más que nunca. Sin embargo, tengo que admitir que Territorio Comanche no me ha desilusionado. Es una obra de arte.
Escrito con la ironía que le caracteriza y siempre fiel a su estilo directo y un poco caradura, este libro aglutina anécdotas curiosas en un hilo conductor tan simple como sublime. Los múltiples personajes salpican la historia con toques de humor y realidad a partes iguales; y poca gente habría conseguido al mismo tiempo un testimonio tan desgarrador y una lectura tan agradable.

Reverte describe escenas brutales de una forma casi cómica. Se queda con lo bueno de cada viñeta sin quitarle una pizca de autenticidad. Supongo que eso es complicado y que para conseguirlo necesitas haber pasado por esas experiencias. Él lo ha hecho y eso le honra; ha vuelto a conseguir encandilarme.


Además, es un libro muy cortito. ¿Qué más se puede pedir?

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