Me daba miedo enfrentarme a
un libro escrito por Reverte. El club
Dumas no acabó de convencerme y no quería que él perdiera puntos ahora que le
admiro más que nunca. Sin embargo, tengo que admitir que Territorio
Comanche no me ha desilusionado. Es una obra de arte.
Escrito con la ironía que le
caracteriza y siempre fiel a su estilo directo y un poco caradura, este libro
aglutina anécdotas curiosas en un hilo conductor tan simple como sublime. Los
múltiples personajes salpican la historia con toques de humor y realidad a
partes iguales; y poca gente habría conseguido al mismo tiempo un testimonio
tan desgarrador y una lectura tan agradable.
Reverte describe escenas
brutales de una forma casi cómica. Se queda con lo bueno de cada viñeta sin
quitarle una pizca de autenticidad. Supongo que eso es complicado y que para
conseguirlo necesitas haber pasado por esas experiencias. Él lo ha hecho y eso
le honra; ha vuelto a conseguir encandilarme.
Además, es un libro muy cortito. ¿Qué más se puede pedir?
Además, es un libro muy cortito. ¿Qué más se puede pedir?
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