[…] 'Clothes?'
'No, she's got too
many already.'
Brunetti stopped in
his tracks, turned to her, and said, 'I think that is the first time
in my life, perhaps in recorded history, that a woman has admitted
the concept of too much clothing might exist.'
Hace casi un año (como
pasa el tiempo) comencé a leer este libro y, por cuestiones
técnicas, no pude terminarlo. Sin embargo, sí que dejé constancia
por escrito (en este mi querido blog) de que tenía intención de
hacerlo y, sobre todo, de que tenía muy buena pinta.
Efectivamente, el
argumento me parece excepcional. 'An unlikely victim. An elusive
killer. An inexplicable murder?', como reza la portada de la
edición inglesa. La combinación de estos tres factores, unida a la
forma de escribir de Donna Leon, a sus reflexiones internas (que pone
en boca del protagonista, Brunetti) y a la magia de Venecia, podrían
haber hecho de este libro una obra de arte.
Y digo 'podrían'
porque, en realidad, me ha sabido a poco. Tal vez me esperaba más
después de un comienzo tan bueno. Tal vez he leído ya demasiadas
novelas policíacas como para que sea fácil sorprenderme. Tal vez
simplemente no era el mejor momento, o no he prestado suficiente
atención.
Sin embargo, me quedo
con la exótica forma de escribir de Donna Leon, con el hecho de que
me ha acercado un poco más a la 'Ciudad del amor' y con el orgullo
personal de haber cumplido la promesa que me hice a mí mismo el año
pasado. Y, por supuesto, con esas pequeñas joyas (como la que da
comienzo a esta entrada) que salpican todas sus obras.
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