miércoles, 19 de febrero de 2014

Errores en español... O no

Me acabo de dar cuenta de que a veces escribo palabras cuyo uso sé que es incorrecto (o, mejor dicho, no del todo correcto) y, en vez de buscar una alternativa, pongo a continuación que es un fallo y que no se debe usar.

Si lo pensamos fríamente, ese modo de proceder me deja en muy mal lugar. No es algo que podría hacer en un examen ni en un futuro encargo como traductor profesional. Entonces, ¿por qué lo hago? Pues porque son errores que considero poco importantes o, incluso, con los que no estoy de acuerdo.

Un profesor de la carrera de traducción siempre decía que 'el diccionario es como papá: cuando eres pequeño, crees que tiene todas las respuestas, pero con el paso del tiempo acabas replicándole y llevándole la contraria'. Y es que algo tan rico, variado y complejo como un idioma no se puede aglutinar en un libro. Por eso siempre hay que cuestionar ciertas cosas.

Por ejemplo, hay muchas palabras que se dicen con frecuencia y que no están recogidas en el diccionario. ¿Qué quiere decir eso? ¿Que no podemos usarlas? Claro que no, es sólo un indicio de que la sociedad va por delante de la Real Academia o de la institución en cuestión. Esta situación puede aplicarse a neologismos, formas coloquiales (que no vulgares) o incluso calcos. Entiéndeme, no estoy a favor del uso indiscriminado de términos coloquiales ni de calcos, pero algunos están tan integrados en el idioma que yo a algunos ya los veo perfectamente lícitos. Y, muchas veces, es sólo cuestión de tiempo que acaben siendo incluidas en los diccionarios.

Algo parecido se podría decir de las palabras resultantes de las últimas modificaciones. No voy a volver a comentar la supresión de 'sólo' (con acento), pero se me viene a la cabeza el eterno ejemplo de Catar. A mí me gustaba escribirlo con Q, le daba un toque exótico y me venía muy bien para jugar al Scatergories, pero resulta que esa Q no es natural en español, ergo se tiene que que cambiar por la siempre castiza C. ¿Quiere decir eso que los textos que sigan optando por 'Qatar' están mal escritos? En mi opinión, no... Aunque tampoco me arriesgaría a ponerlo en un examen o un encargo.


Lo mismo ocurre con términos como blog o grandísimo. La primera es un préstamo: una palabra inglesa que, poco a poco, se ha ido introduciendo en nuestra vida de forma inalterada. No existía una traducción en castellano y resulta tan fácil usarla (¡sólo son cuatro letras!) que la RAE ha caído rendida a sus pies y se ha apresurado a dedicarle otra entrada. La segunda es un superlativo que no aparece en el diccionario (hay que recurrir a 'máximo', opción más correcta), pero que todos usamos continuamente en nuestro día a día... ¿pasará mucho tiempo antes de que las más eminentes instituciones lingüísticas de este nuestro idioma la reconozcan como término de pleno derecho, y no como opción incorrecta? Hagan sus apuestas...

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