Hace poco, escribí una entrada en la que
presentaba a la revista Panace@, con motivo de su decimoquinto aniversario y
del acto conmemorativo que se celebró en consecuencia. Además de la breve
descripción que hice de la publicación, comenté que yo había asistido a dicho
acto en calidad de invitado para explicar los beneficios que de ella podía
extraer un estudiante de traducción e interpretación… Y, por tanto, creo que
procede publicar aquí algunos de los que expuse.
Comencé mi breve intervención con una metáfora de
la revista y de mí mismo. Comenté que en pocos sitios confluyen las letras y
las ciencias de una forma tan armónica como en esta revista, y da la casualidad de que a mí siempre me
ha gustado pensar que yo también tengo algo de ambas ramas: primero fui un
chico de letras en una carrera de ciencias para acabar convirtiéndome en un
estudiante de ciencias en una carrera de letras. Esto es algo que Panace@ y yo
compartimos, ya que se podría catalogar a esta revista tanto como una
publicación de ciencias en un mundo de letras como una revista de letras en un
mundo de ciencias. Sin embargo, no hace falta tener un carácter híbrido como el
mío para sacarle partido a esta revista, hay muchos motivos que nos pueden
empujar a engancharnos a Panace@.
En este punto me veo obligado a repetir una frase
que nos sirve de mantra durante la carrera: hay que leer todo lo que caiga en
nuestras manos. No sólo en otros idiomas, para conseguir fluidez, sino también
en español, porque es imprescindible que todo traductor/intérprete que se
precie domine su propia lengua materna. Revistas como ésta, precisamente,
pueden resultarnos especialmente útiles por varios motivos, desde el lenguaje
cuidado y desprovisto de errores de cada artículo hasta las citas y referencias
que aparecen continuamente y que permitirán que nos familiaricemos con esa
forma de redactar, algo que nos vendrá muy bien en distintas situaciones.
Sin embargo, no me gustaría limitar las ventajas
que puede tener Panace@ a simplemente eso. En parte porque esto es algo que se
puede aplicar a casi cualquier publicación científica, al menos a cualquiera
que se precie. Por eso, expondré con más detalle las ventajas que Panace@ puede
reportar a estudiantes de traducción e interpretación.
En los quince años que lleva funcionando la
revista, ha abordado todo tipo de temas, desde la traducción de términos concretos
hasta la interpretación en el entorno biomédico. A mí este último me vino muy
bien para un trabajo de una asignatura, por cierto. Esta versatilidad no sólo
permite que Panace@ sea una revista que nos pueda iluminar en muy diversos
ámbitos, sino que, hasta cierto punto, sea accesible para toda la comunidad
universitaria, independientemente del grado al que pertenezca cada persona.
Es cierto, no obstante, que los que más partido
pueden sacar de esta revista tal vez sean, precisamente, los estudiantes de
traducción. Y es que en esta revista encontramos, por ejemplo, artículos en los
que directamente se aborda la forma de traducir términos complicados e incluso que
incluyen glosarios enteros. Esto puede ser muy útil, no sólo cuando queramos
buscar una palabra que nos acaba de aparecer en un texto y que no sabemos cómo
traducir, sino también porque nos ayudará a detectar falsos amigos o calcos, el
terror de todo traductor y de todo estudiante de traducción.
Por otro lado, no todo son artículos que hablan
sobre la traducción de tal o cual término, y no sólo ésos artículos son útiles
para los estudiantes de traducción. También encontramos otro tipo de textos,
como reseñas o monografías. Creo que las reseñas pueden ser también importantes
para los estudiantes de traducción, ya que nos pueden poner en contacto con
libros que nos resultarán útiles en determinadas situaciones o, en su defecto,
con autores.
Precisamente, ése es otro de los factores que debemos
tener en cuenta: los nombres de las personas que escriben artículos para la
revista Panace@. Hablo de personas como María Teresa Cabré o Fernando Navarro,
autores de libros de referencia en terminología y traducción médica
respectivamente.
Por último, y para no alargarme más de lo
necesario, diré que no debemos limitar la lectura de Panace@ a momentos de,
digamos, necesidad. Se puede convertir perfectamente en una revista de consulta
habitual, debido a que algunos de sus artículos son de carácter general, pero
también a que a un estudiante de traducción siempre le convendrá profundizar en
el conocimiento de la traducción médica y, de esta forma, adelantarse a las
dudas que le puedan surgir.
Evidentemente, hay muchos otros factores por los
que un estudiante de traducción podría ser lector asiduo de Panace@ pero, como
ya he dicho, no me quiero alargar mucho más y, de momento, lo dejaremos ahí.
Sólo espero haberte convencido lo suficiente para que abras el link de acceso y
eches un vistazo, aunque sea rápido.
No hay comentarios:
Publicar un comentario