viernes, 5 de diciembre de 2014

El jardín de las dudas, de Fernando Savater

Alguna vez he contado cómo acabó un libro en mis manos o por qué me decidí a leerlo. Tal vez no parezca relevante, pero las historias que hay detrás de algunas lecturas pueden ser tan interesantes como los relatos que escondían.

Lo digo porque con El jardín de las dudas me ocurrió algo curioso. Entré en la biblioteca buscando un libro muy concreto y, como no lo tenían (eso, o yo no lo encontré) y yo no quería irme con las manos vacías, di una pequeña vuelta hasta que otro título me llamara la atención.

De ese modo, acabé en la estantería de la ese y las palabras 'Premio planeta' captaron mi atención. Además, el autor era un viejo conocido y una persona muy respetada. Podría darle una oportunidad.

Así las cosas, El jardín de las dudas acabó en mi casa, y no podía permitir que pasaran tres semanas sin al menos haberle concedido una oportunidad. Por ello, procedí con mi modus operandi habitual y leí las primeras páginas con el fin de emitir un veredicto. Si superaba la prueba, avanzaría hasta la última página y pasaría a engrosar mi lista de libros leídos. Si no, lo devolvería a la biblioteca tan pronto como me resultara posible.

Has acertado. Superó la prueba, y con creces.

El jardín de las dudas es uno de esos libros especiales, dinámico en su forma y cautivador en su contenido. Nada en el título ni en la portada me dio la más mínima pista de lo que me podría encontrar escondido en sus páginas y la sorpresa fue muy grata. Está lleno de profundas reflexiones, de descripciones de una época muy interesante y de valiosísimas lecciones de historia. Te podría contar en torno a qué gira, o incluso desvelar quién es uno de los protagonistas, pero prefiero que experimentes lo mismo que yo.

En definitiva, lo dejaremos en que es un libro que recomiendo sin dudar. Además, me ha permitido redescubrir a Fernando Savater, y no veo el momento de leer algún otro de sus libros. Ya te contaré.



No hay comentarios:

Publicar un comentario